Si aún no conoces el tahini, prepárate para enamorarte. Este ingrediente, simple en apariencia pero profundo en sabor y beneficios, ha sido parte de las cocinas del Medio Oriente desde hace siglos, y poco a poco ha ido ganando su lugar en los hogares mexicanos… y con justa razón.
En salytu.com nos gusta explorar sabores auténticos que también nutren, y el tahini es eso: un alimento ancestral que puedes usar tanto en recetas dulces como saladas, y que se prepara —sí, leíste bien— solo con ajonjolí.
¿Qué es el tahini?
El tahini es una pasta suave y untuosa hecha a base de semillas de sésamo (ajonjolí) tostadas y molidas. Eso es todo. No lleva lácteos, no lleva azúcares, ni aditivos. Es vegano, sin gluten y muy rico en calcio, grasas buenas y antioxidantes.
En países como Turquía, Líbano o Israel es un básico de todos los días. Y en México, donde el ajonjolí también tiene tradición (piensa en pipián o en los dulces de feria), el tahini puede ser un gran aliado culinario.
¿Cómo se prepara el tahini casero?
¡Fácil y sin complicaciones!
Necesitas:
1 taza de semillas de ajonjolí (puede ser blanco, tostado o una mezcla)
2 a 3 cucharadas de aceite de ajonjolí o de oliva suave
· Una pizca de sal (opcional)
Preparación:
1. Tuesta el ajonjolí en un sartén seco a fuego medio, moviendo constantemente, hasta que esté dorado y huela a nuez.
2. Déjalo enfriar un poco y luego colócalo en un procesador de alimentos o licuadora potente.
3. Agrega el aceite y procesa hasta obtener una pasta cremosa. Toma su tiempo, pero vale la pena. Puedes ajustar la cantidad de aceite según qué tan espeso lo quieras.
Guárdalo en un frasco de vidrio en el refri y te durará varias semanas.
¿Cómo usarlo?
Aquí van unas ideas para que se te antoje usarlo ya:
· Mezclado con limón, ajo y sal para hacer una salsa cremosa para ensaladas o bowls.
· En tostadas con plátano o manzana y un chorrito de miel (¡sí! en dulce también va).
· Como base para aderezos tipo hummus.
· En postres: galletas, brownies, o mezclado con cacao.
· Sobre verduras asadas o arroz integral.
Tahini en tu día a día
Lo bonito del tahini es que te conecta con un ingrediente humilde pero poderoso. Es perfecto para quienes buscan reducir lácteos o aditivos, pero sin sacrificar sabor ni textura.
Y si no quieres hacerlo tú, ya hay versiones artesanales mexicanas que respetan su esencia y están hechas con puro amor y ajonjolí.
En Salytu lo amamos porque…
· Es versátil y va con todo.
· Te aporta nutrientes de verdad.
· Se hace con un solo ingrediente.
· ¡Sabe increíble!
Si aún no lo pruebas, te invitamos a que lo hagas en casa o lo busques en tu tienda natural más cercana. Dale una oportunidad al tahini: puede que se convierta en uno de tus básicos.